CANCIÓN DE LA MUJER LEJANA
Llueve sobre mi ser tu larga ausencia,
solo registro, voces sin sentido,
solo murmullos quedan en mi oído,
y un largo suspirar por tu presencia.
Fantasmas que alimentan mi demencia,
un grito que se torna en un quejido,
ya después... El silencio y el olvido,
y te vuelves memoria sin presencia.
Te busco en mi silencio sin hallarte
y me muerdo los labios al nombrarte,
y en mi boca se duermen los te quiero.
Y escucho desde el fondo de mi mente,
tu risa que me hiere persistente,
y de los dos yo soy el que me muero.
KIN MEJÍA OSPINA