Estoy apagado, no es mi culpa,
no quiero comer, ni caminar,
el techo es blanco,
algunas grietas solitarias,
tengo tanto sueño,
de verdad, odio cocinar,
la gata abre la puerta, tiene hambre,
su comida, agua, tomaré café,
demasiadas heridas que se quedan,
tengo que trabajar y no quiero,
cuarenta y cinco grietas,
sólo quiero dormir.
El agua es fría, sin colores,
más de una hora para vestirme,
me saludan, cuento las palabras,
sonrío, me veo bien,
la calle es inmensa, callada,
estrenando camisa, me veo bien,
no se dan cuenta, mis ojos sin brillo,
qué importa si llueve, o hace calor,
saludan, sonrío, no se dan cuenta,
estoy apagado.
Pisar hojas secas y mirar el amanecer,
los días de jugar bajo la lluvia,
las noches de todos los sábados,
nombres que no están,
la biblia de los fieles,
aleluya, manos alzadas,
hombres y mujeres llorando,
sigo pisando hojas secas,
canto todos los himnos,
no fue una gran idea, mejor me voy,
sí, hermano, claro, vendré mañana,
no creo, los cantos..., nada ha cambiado,
ya no estoy seguro si realmente
vendré mañana.