Pyck05

¡QUÉ MIEDO TENGO...!

¡Qué miedo tengo!,
decía de pequeño
al ver el mar.

Luego los miedos
cambiaron a sonrisas
viendo las olas.

Se transformaron
con algas y resacas
en poesía.

Y fui al mar,
sin prisas, muchas veces,
a saludarle.

Hablé con él
contándole mi vida
y hasta mis sueños.

También el mar
me hablaba y contestaba
con el nordeste.

¡Bendita brisa
que embriaga los sentidos
estremeciéndolos!

Hoy, aquel miedo,
le veo tan distante
que hasta sonrío.

Miedos de niños,
siguiendo a los mayores
en sus relatos.

Y es que la infancia
nos deja estos regalos
tan agridulces.

Por eso, el miedo,
aquel que ahora evoco,
va en estos versos.

Rafael Sánchez Ortega ©
14/10/22