Cuando vuelvas a mi lado
te seguiré esperando,
como siempre enamorado
como siempre suspirando;
eres amor encantado,
naturaleza jugando;
cuánto, cuánto yo te he amado
siempre, siempre recordando
ese sabor de tus labios,
ese cuerpo que tanto amo
esos constantes resabios
del porqué nunca te llamo,
con ese gesto tan sabio:
tu silencioso reclamo...