Hubo un tiempo en que creía en tus promesas de felicidad. Tengo la suficiente madurez para saber lo que hay detrás de cada acción y sin embargo, elegí dejarme embaucar por tus ojos pícaros de mirada profunda, pero ya no más. Hoy digo basta y quito la venda que voluntariamente cubría mis ojos.
Recordaré con nostalgia esos lejanos días junto al mar en que jugamos a amarnos como si no hubiese un mañana, pero ya no más. Hoy declaro mi cuerpo libre de tus arrebatadoras caricias y borro cada una de esas sensaciones que despertaban mi líbido.
Tus adsurdas pretensiones a veces me enojaban, a veces me hacían reír. A pesar de eso eras todo para mi, la luz de una vida que sin ti quedará a oscuras, el sol de mi universo, pero ya no más. Hoy los gélidos vientos del desamor apagaron la vela de la devoción y el ídolo que eras yace estrepitosamente roto a los pies del altar.
Vivimos en la circunferencia de un pañuelo. Tarde o temprano nuestros caminos volverán a cruzarse, pero nunca más como antes. Hoy abro las manos que inútilmente se aferraban a tu cariño y te echo al viento. Hoy, coloco el punto final de esta historia.
Intensity ✍️.