Se me antoja mirarte en el entretelón de mis ojos,
Es sencillo entender, voltea sutilmente y florece el retrato de tu suavidad,
Y yo te rapto, aunque el límite lo sacude tu remoto antojo,
Eres el desvío hacia aquel camino, siento que puede llamarse felicidad...
Y es así, se me antoja sentirte más allá del ocaso de mis sentidos,
Con tú sombra merodeando el contorno de tu perfecta suavidad,
Perdón, son solo palabras intentando quebrar el capitulo del destino,
Te acuerdas, transformaste un pasaje de esta vida en realidad...
Y se mueven los sentidos entre el acordé de esa inolvidable canción,
Pero despierto y las manillas del tiempo parecen inconscientes,
Arrastrame hasta sentir que tu relato que describe el amor como sensación,
Como una melodía que cabalga hasta rasguñar lo que no hiere el presente...
Cómo cuando la lluvia cae en la hojas,
O cuando ilumina la luz de un trueno,
O entre dos corazones que se sonrojan,
O cuando te transformo en letras sin frenos...
Y la gotas de lluvia desarman,
Y el trueno en el horizonte se pierde,
Y los corazones entre un abrazo se calman,
Y mis letras te aman aquí, ahora y para siempre...