Desapareció la brisa de tu aliento suave,
dejaste el vacío, llevándote tu perfume,
pero mi pensamiento todavía a ti sabe
y tu larga ausencia poco a poco me consume.
Cuando cierro los ojos mi mente me regala
una imagen de tu adorable sonrisa
que ninguna de las mil sensaciones iguala
porque la magia de tu recuerdo las eclipsa.
Y me hace olvidar que el amor bebe de la libertad
para facilitar que los sentimientos consigan
un cielo de nubes blancas que vuelan para amar.
No es tristeza lo que siento, es la desesperación
que produce no rociarte con mi cercano amor
y embriagarte de mí para fundirte en mi corazón.
José Antonio Artés