Señor te pido que me ayudes;
No quiero que me desnudes;
En esta nostalgia de olvido;
En este sendero escondido
Que parecen, zanjas oscuras...
Que se notan, como fisuras;
En estos eternos suspiros;
Dibujan, perpetuos zafiros…
En este insomnio, pasado;
Mi alma se siente cansado
Viajan de rama en rama;
En cielos grises de drama…
Parecen recuerdos infinitos;
Que bañan esta noche rota;
Como aquella vena corta;
Las golpean a veces contritos…
Talvez son golpes inocentes;
Que hieren el hueso húmedo;
Con ecos y palmadas hirientes;
Manchan, aquel ojo liviano…
Otra vez son los cantares…
Quien castiga estas flores…