Tus piernas están llenas de calor
la esfera blanca lo atestiguó
conté cada segundo
cual descompuesto reló
deseaba que ello durara
da largas madrugadas
sin embargo, el tiempo cruel
al oído me suspiró.
Agradecí pues esa flama no se apagaba
viendo por esa ventana el reflejo de los dos
dos cuerpos unidos
bajo el mismo son
fueron apasionadamente bailando
cada centímetro de tersa piel acariciando
hasta llegar a tus labios húmedos
para así disfrutarlos
y así hasta el éxtasis llegar.
Tus piernas siguen llenas de calor.