Oníricos torbellinos
arrasan necrópolis de crisálidas
en
desvaído yermo paisaje
de
estilizados elefantes y rugidores leones.
*
Atávicos cánticos
acompañan la huida
en
pulverulento pataleo
de
descarnados equinos.
*
Aullidos de centollos
tiñen un horizonte
que se descalabra
tras las columnas
de
un vigilante Hércules.
Mientras….
…Suplicantes almejas
bosquejan,
de la mano de Dalí,
un porvenir ceñido
de
enigmáticas tinieblas.
***