Encontré a tu “amor”, otra vez…
intentando calmar mi desconsuelo,
supongo que, tratando de dar alguna burda explicación a lo ocurrido,
buscando algún pretexto…una disculpa tolerable…
que nos devuelva a los bellos instantes compartidos,
allá, al inicio de nuestra coincidencia furtiva.
Lo encontré otra vez, en el portal de mi guarida…
pretendiendo a lo mejor…retomar esa casualidad inesperada…
de nuestra primera mirada,
como si fuese así de simple…borrar todo lo sufrido.
Encontré a tu “amor” …
insistiendo en romper las cadenas del silencio que hoy me atan,
tratando quizá, de decirme que se equivocó…que se siente arrepentido,
y que, a lo mejor, podríamos volver a llenar nuestros momentos de alegría,
que podríamos desaparecer de nuestras noches…los insomnios soportados,
que podemos hacer de nuestro invierno una hoguera de ilusiones…
con nuevas quimeras…plenas de delirios.
Lo encontré, allí…con la mirada perdida en lo perpetuo,
contemplando la vieja luna…compañera de nuestra cruda realidad…
tan agresiva y fría.
Ese “amor” tuyo, tan misterioso como indescifrable…
que me hizo creer de algún modo…
que lo nuestro era inmortal,
que nos iba a durar toda la vida.
Ese tu “amor” …embustero,
que me juró devoción…al extremo del sacrificio…
y terminó en sacrilegio…como hiriente blasfemia.
Mintió despiadadamente a mi iluso corazón…
que se dejó persuadir por su disfraz de eterno.
Encontré a tu “amor”, otra vez…en penitencia,
dándose de golpes en el pecho…
tratando de convencerme que todo va a cambiar…
que la felicidad si existe,
y que todo lo pasado solo fue una pesadilla,
que desde que me marché…nada es igual…
y que desde entonces…la melancolía ha dominado todo su espacio.
Ese “amor” …por el que un día… aposté mi alma entera…mi vida misma,
lo encontré de nuevo…aquí…
delante de mis ojos…arrimado al umbral de la ilusión,
tentando con su frenesí a mi retraída pasión,
acariciando con su dulzura mi frágil sumisión,
palpitando otra vez, con fuerza en mi pecho,
excitando sin clemencia a todo mi ser.
Ese “amor” …que un negro día huyó sin compasión alguna…
hoy está aquí…
esperando por mí…
queriendo volver.
¿o será tal vez, que la añoranza me ha enloquecido?…
¿y que toda esta odisea… la he imaginado?
Pero encontré tu “amor”, otra vez…
intentando calmar mi desconsuelo.