De emblemas grandiosos, cantos libertarios
se vio en los armarios la viva pasión;
buscaste justicia dispuesto y sincero,
audaz guerrillero de gran corazón.
También de coraje llenaste tu pecho
buscando el derecho perfecto y real;
y México todo surcó los caminos,
y los campesinos fueron ideal.
Indígenas pueblos bien los defendiste
y siempre supiste lo que es el amor.
Y México aclama tu gesta aguerrida
que dando la vida fue muestra de honor.
La gente contenta bendice la tierra
que desde la guerra se les devolvió,
y lanzan un grito: «¡que viva Emiliano;
un gran mexicano que paz nos dejó!»
Samuel Dixon