Ben-.

Sobre los puentes-.

Ahora, destruidos los puentes,

apartados los sólidos conductos,

desarraigados por masas arbóreas

las pecuniarias obsolescencias frecuentes,

y en esas larguísimas inapetencias

del pájaro que lamenta su falta de tacto

con el ombligo del hombre; cuando

apenas se han terminado los candiles,

y se secuestran los ídolos del barro,

las tropas subsistentes del sueño enardecido;

mientras supuran de gota los mausoleos

y las avenidas, las inciertas gaviotas, con

su pico soterrado lejos del agua.

Ya extinguidos los labios bajo cuerda

sometidos, o esas largas pestañas del cierre

de una cremallera mortal, cuando se aprisionan

los reos largamente contenidos en sus pavesas

fúnebres: mientras, en fin, el cuerpo adolece

de resistencia y mezcla espíritu y fragancia,

carne con melancolía, ímpetu con caricia....

 

 

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