Esbelta colina púrpura,
cuando caen
los hilos de la luz en el ocaso,
y se prenden de noche los silencios,
los murmullos de la mente se encienden...
Eres el murmullo y el silencio,
la soledad somos todos
en compañía de nadie,
con una basta expresión
de la impotencia,
del clamor de lo urgente,
y necesario
para sobrevivir, hay premisas;
la inteligencia se traslada
más veloz que la luz,
y nadie sobrevive,
al menos en la tierra y en el agua,
y existimos por la inercia
por el ego, y el temor
a un instante.