MIGUEL CARLOS VILLAR

Appartments with a view of “Sierra Lora” en un Disneyland de dehesas. (Posada de lagartos)

 

Rigurosa intemperie

ampara el insomnio de

“petrimusgosas”,

efigies

que,

como sembradas

por ciclópea mano,

puntean

- ¡oh museo de retratos! -

el paisaje de mi

prestada Serena.

 

Dioses que esperan

la saturada y juguetona luz

de un sol en busca de su cenit,

 cambie el semblante

de sus estatuarios

perfiles en la

dehesa

deseosa en

retoñar.

 

Bastiones contra vientos

de siberianos amaneceres,

dais

en vuestras resquebrajadas

ancestrales entrañas posada al

lagarto,

que…,

frisando su verdiamarilla túnica

en el rociado musgo,

sale vigilante al balcón

con vista a la campechana

y

majestuosa pirámide.

¡Qué nunca falta a la cita!

 

‘Balconeando’,

en su atrayente primaveral traje,

coquetea

sus graciosas líneas,

(se baña en calor)

para luego

sumido en pétrea inmovilidad

degustar

escarabajos y saltamontes.