Con luz fría
y mantilla blanca
la Aurora extiende
un canto limpio
de aromas, versos
y amaneceres.
El rocío despierta
en cada esquina,
y una estela irisada
recorre el pueblo
por las farolas,
puliendo las rejas
de carmines engalanadas.
Entre oraciones
diluye el aire
la comitiva.
Con efluvios de alegría,
suenan las voces
con armonía
en la alborada,
festejando las luces
clarea el día.