Te busco…en las hileras interminables de mis pensamientos repetidos,
en el laberinto de incertidumbres, plagado de añoranzas,
bajo las diáfanas aguas de un manantial de lágrimas contenidas,
en la corriente ligera de los riachuelos, forjados con la pertinaz inclemencia de mi hastío,
en la estratósfera de mis dilemas desordenados…
que andan deambulando por el éter infinito de tus memorias.
Ahí te busco…con insistencia necia…
tratando de regresar el tiempo…para impedir tu desaparición,
intentando hacerte florecer de nuevo en mi destino…
para esquivar la angustia que me causó tu huida.
Te busco…en la arena de la inmensa playa de tus recuerdos.
Tengo la confianza prendida, en que, a lo mejor, en el nuevo oleaje …
el bravío mar te devuelva hasta mis brazos…
envuelta en el burbujeo de un milagro.
Escudriño en cada bandada de golondrinas alguna señal de tu regreso…
y me imagino que si no es ahora…
seguramente volverás en el verano…como lo habíamos planeado.
No me he cansado todavía de indagar en cada rincón de mis adentros…
aquellos poemas que un día…lograron conmoverte el alma… hasta el mismísimo delirio.
No he podido repetir a nadie más… lo que a ti te dije un día.
Por alguna extraña razón…jamás pude concebir el amor…como lo sublimé contigo.
Jamás volví a sentir lo que tú me hiciste sentir…aquella vez…
en mi escondrijo de pasión…cuando tu corazón y el mío… palpitaban al mismo ritmo.
No te he dejado de buscar desde el instante mismo de tu abandono.
Eres mi noche bruna de melancolía contenida,
eres mi amanecer de ilusión ingenua,
mi sonrisa eventual… de cuando en vez…al salpicar en mi interior algún momento tuyo.
Eres mi mirada perdida en la exigua esperanza de tu retorno.
Aún eres la causa inevitable de esta nostalgia tenaz…
que busca en cada verso…tu regreso.