Dentro del límite boscoso
en la penumbra de un río
estruendo principal de arterias
que se dibujan sobre un mapa vigía.
En la estela de un dibujo sin odio
en esa esquela multicolor de los labios
donde se equilibran los pesos de la báscula
desaparecida, casi ignota.
En el escorpión sin sombra
promontorio de cementerios
desnudas las orugas sin pretensiones
se estrujan los labios sin ubres
las vacas del destino río abajo.
Obras multiplicadas por el letrado
túneles donde la vida se convierte en alcancía
de donde arterias venas y colores, plumas,
yacen sobre la arena intermitente de los relojes.
Los bártulos penden de un hilo estacionado
como militares obedientes que participaran
sus ojos son vehículos aparcados junto a la ribera.
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