En este mundo, sólo hay una razón
que me hace ver, con toda claridad,
el brillo de las estrellas en el firmamento,
como flor que perfuma algún rayo de sol.
Los días me hablan de un tiempo sereno
el cual anuncia una melodía en flor,
que acarícia al mar con el viento,
convirtiéndola en espíga;
entregándosela al sol.
Invento en mis viejos recuerdos,
la manera de luchar por este amor,
que es como agua en el desierto,
como sombra que invita a la pasión.
Ahora comprendo abiertamente,
que, por algo, en el cielo está DIOS.
regalando a cada ser humano,
el bendito, pero apreciado don del amor.
e-By:Jorge L. Casado