En esas auroras que tu corazón respira
sin demasiado apuro al latir
todavía sin apremiantes urgencias
…como venciendo sin esfuerzo las prisas.
En la luz que ampara tu quimera
cada día sin deslumbrar del todo la utopía
manteniendo álgida la esperanza
…soñando despertar tras abrir la ventana.
En el devenir de tu inevitable despedida
sin celebrar con lágrimas el alivio
provocado por un descanso estancado
…en ese poniente,
que siempre te estuvo aguardando.