abbabbab
Yo me puse a soñar con tu mirada
y me puse a pensar en tu sonrisa;
y soñando que tu eras Artemisa
yo me puse a soñar con tu mirada.
Te observaba febril y apasionada,
y con alma nostálgica y sumisa
a tu luz, que pasiones profetisa,
yo me puse a soñar con tu mirada
y me puse a pensar en tu sonrisa.
abaabaab
Contemplando el fulgor de tus retinas,
y anhelando tener tus labios rojos;
yo miraba sus lumbres azulinas
contemplando el fulgor de tus retinas.
Esperando saciaras mis antojos
yo vivía quimeras tan divinas,
contemplando el fulgor de tus retinas
anhelando tener tus labios rojos.
abaabbab
Me pasaba las noches delirando
con la loca ilusión de poseerte;
y tu imagen en mi alma dibujando
me pasaba la noche delirando.
Fue tan grande el deseo de tenerte
que pensando difícil convencerte;
me pasaba las noches delirando
con la loca ilusión de poseerte.
abbaabab
Por la forma tan cruel que me trataste
al demonio mandé las ilusiones,
que cubrías con negros nubarrones
por la forma tan cruel que me trataste.
Con tu orgullo mi amor lo destrozaste,
y cansado de tantas decepciones;
por la forma tan cruel que me trataste
¡al demonio mandé las ilusiones!
Autor: Aníbal Rodríguez