De preaviso.
Las letras se me hacen difíciles, tiempo de no escribir con palabras cuando los versos se hicieron besos y los abrazos estrofas de un largo poemario jamás impreso.
La ansiedad...
Deambulando me encuentro, a veces hago la vista gorda y otras veces me pienso, aunque siento que ese pensamiento me piensa y más me escapo inútilmente a ser pensado; no soy bueno para ser pensamiento mío, luchando conmigo mismo no quiero serlo sin embargo me invade pensarme y debo resolverlo, puesto que soy yo quien quiere ser, aunque sea a costa de tu sonrisa. “I tried so hard and got so far, But in the end it doesn\'t even matter” me consuela tu banda favorita.
Y cuando dejo de pensarme te pienso, siento que con esto te digo buen día. Fue 12 y no hubo convite, el día se prestaba para que soñemos con que no estábamos tristes y corramos a la fantasía como en cada ocasión en que la realidad se hacía justicia de sí misma. El cuerpo ya había fenecido, solo bastaba que alguien deje de hacerle RCP y remiendo al corazón, y si de papeles fatales se trata, siempre he sido yo quien ocupó el lugar del peor.
De 14 de julio...
La catedral dejó de ser cenit del sentimiento y pasó a ser la lápida de lo que alguna vez fue mío, de lo que fue nuestro y tuyo. Fue aquel parto el nacimiento del orgullo, o quizás el descubrimiento de algo guardado dentro tuyo, dentro mío, dentro nuestro. El confesionario encuentra en sus puertas dos pecados: el sello de la avaricia y la muerte de la fantasía jamás permitida. Ni san Antonio de Padua pudo interceder para que seamos 1 en vez de dos.
El duelo...
Con la camisa negra y la corbata azul Francia me visto para el encuentro, en camino al entierro del cuerpo, nadie acudió al llamado mas que el victimario. En un café de rustico y un cigarrillo te fumé y luego en whisky te cremé. Los lamentos vinieron después, disfrazados de sonrisa y cabeza erguida, simulando una fantasía de que esto no pasó, de que fue una película por nadie vista, para luego liberar aquellas lagrimas que tanto insistían con que no las encierre en una jaula de llave perdida.
El recuerdo vivo...
Nunca pude ser estoico, solo un ideal mío podía serlo. Sin embargo, Séneca me enfrenta en los textos dedicados a Novato; como si fuera poco Bourdieu me encuentra acorralado, Dussel me explaya sobre la ambigüedad del amor y Freire me hace escapar del miedo para volcarme al valor; creo que te hace justicia saber que tu literatura la hago mía, y que dialogo desde aquel día con tu fantasma.
Nostalgia...
Solo 3 pesos obran en mi billetera, cada uno con su respectivo acuse y esperando el fuego para la pólvora que los reviste; la pasión encuentra su expresión, cargado de dolor nos hallamos. Cambiamos Cafuné por Míranos de Alex Ubago, adiós Santorini, ni modo de planearlo. Fuiste realización y ahora solo recuerdo; fuiste cumplimiento, ahora solo un intento; fuiste bala de plata y ahora solo una bala de salva; fuimos, ahora jamás seremos.
Resignación...
Aunque casi, el premio consuelo. Dijimos si, ese es nuestro trofeo; las cosas salieron mal, pero aceptamos que pudieran serlo. A nuestro mayo y nuestro junio le llego la revolución de octubre, algo lúgubre que sea la plaza central nuestro flechazo y también nuestro fuego consumidor. Poético, es la definición de la tragedia que asoló y que la nostalgia nos invada, aunque de odio se disfraza la angustia de lo que jamás sucedió.
El consuelo...
Hoy brindo por este duelo, el fénix para seguir siendo debe pasar por el fuego y si de sacrificios se trata no hay quien nos enseñe. El 6 es la mitad del 12, prefiero guardar el ultimo número, puesto que fueron días felices. Gracias por lo bueno, pasa por el incendio y resurge para que llegues a buen puerto. Un placer haber sido tu barco, quizás nos encontremos en otro momento o, quien sabe si en esto del multiverso quizás seremos. Te agradezco por ser mi bien y mi nostalgia, mi felicidad y mi tristeza, mi sueño y mi desvelo, mi preocupación y la euforia. En pocas palabras, gracias por haber sido quien liberó lo mejor de mi alma, gracias por haber sido la mejor de todas.