Manuel Valles

La cama

El grumo,

en su extendida melancolía,

cubre de la cama

su inmóvil madera.

Percibo de ésta

un delgado olor

a uva fermentada,

a humedecimiento agrio,

a siglos

en el tiempo detenidos,

a abismos 

en donde asoman sus cabezas

innumerables

comerciantes

de la carne.