Sierdi

EL VALLE DE LOS HUESOS SECOS

 

El poder de Dios visitó a un antiguo profeta.

Desgarrando fibras espectrales de su alma.

 

Como un abedul desterrado, dejó, abandonada, el arca de su cuerpo.

sorprendido se vio, en un oscuro y tenebroso, Valle de huesos secos.

Numerosas calladas calaveras, cráneos inservibles apilados, en masa.

 

Una potente voz, mucho más nutrida, y agreste, que un rayo bravío.

En un pútrido aire viciado, lo llevó, por una tétrica caminata, de conciencia.

Indicándole profetizar, a esta esfera de penuria, el mensaje de Jehová.

 

Si tienes ojos espirituales, no necesitarás de ser sabio, ni ilustrado,

Para ver y distinguir en las calles, hoy en día, aquellos huesos secos,

Caminantes tristes, vacías calaveras, que transitan, a ciegas sin Dios.

 

Aquella visión fue tan impresionante como verídica.

 

LA PROMESA;

La restauración de aquellos hombres, que no conocieron a Dios.

Aquellos seres en vida tendrán una abismal transformación.

 

Los sarcófagos serán abiertos, despertarán con almas renovadas,

Pondrá nueva carne en ellos.

Y vivirán la experiencia de conocer, una nueva casa.