La noche está triste
si no tiene estrellas
ni aquellos luceros
que siempre te alegran.
¿Por qué se apagaron…?
¡Qué ingrata tristeza!
Los días son tristes
si abundan las penas
si sufres dolores
el alma cercenan
como aquellos bosques
que el fuego los quema.
¡Qué cambie la noche
que sea más tierna!
que brillen las luces
volviendo serena
la calle nocturna
que tus pasos besan.
¡Qué vuelvan los días
de la primavera!
que nazcan las flores,
que tu alma florezca
con un rico aroma
a sándalo y fresa.
El día y la noche
se pasan y dejan,
los muchos recuerdos
en nuestra conciencia:
¡Unos de alegría
y otros de tristeza!
Y así va la vida
dejando sus huellas
por muchos caminos
o por las veredas
sorteando el cieno,
espinos y piedras.
Pero es de valientes
vencer las tristezas
con la frente en alto
subiendo la cuesta…
¡Quién llegue a la cima,
verá cosas bellas!
Si el cáncer te ronda
que no te detenga
que pronto la aurora
con su luz te llena
brillante, dadora,
como brisa fresca.
Y nunca te pares
ten mucha sapiencia
camina segura
en pos de tus metas
que la lucha trae…
¡También cosas buenas!