HERNANDO GUERRA TOVAR

DOY FE

Doy fe

 

Doy fe que la piel de este hombre es auténtica

el color le pertenece

la viene usando

desde el principio de los tiempos

Doy fe de su llanto y la sonrisa

de los fantasmas que le asaltan

viste de azul la vigilia

aun el oscuro habitante de la noche

Huésped del lugar donde la montaña crece

inquilino del instante que discurre eterno

ostenta la edad de los siglos

el corazón de fuego

el alma de piedra convertida en árbol

Capaz de sortear el abismo

de conjurar el vacío

oficia cada día los rigores del vértigo

Cazador de brumas

limpia en verano el gris del horizonte

Doy fe que la piel de este hombre es auténtica

Un río cruza su piel de orilla a orilla

una palabra cubierta de raíces

la voz de un verso como trueno o lluvia

y la aurora desnuda, abierta

Hay una herida de ausencia

en la piel de este hombre, dolor de lejanía

Pero el árbol de la casa cubre 

con sus ramas vivas el adiós, el hasta luego

trasciende el desarraigo, cosecha la caricia

La aldea que ama

lo acoge en su seno, en su hechizo

Por calles largas como piernas del viento

ebrio de luz lleva los pasos

Los pasea por el sol de la hora

los pasea por la sombra del sol

y sonríe y saluda

abrazo elemental

firme la voz

limpia la mirada

Doy fe que la piel de este hombre es auténtica

Notario único del círculo del viento

sé que este hombre reside

en la copa del árbol más alto

Su familia el cielo

la distancia

 

HERNANDO GUERRA