Se hizo muy difícil olvidar
casi imposible, casi trágico
pero lo que parecía un jamás eterno
de pronto se volvió un recuerdo .
Y un día cualquiera suspiré sin llorar
y una tarde de otoño volví a amar.
Entendí entonces que un amor termina
cuando otro amor entra en el corazón
porque la ilusión lo repara todo
porque los sueños retoman su vuelo
y la sangre vuelve a correr por las venas.
Fue casi imposible olvidar
porque quedaron jirones de piel
en cada beso dado
y en cada verso escrito.
Fue un martirio esperar su regreso
un sacrilegio profanar su memoria
y mi cuerpo se partió
mi alma se quebró
pero pudo soportar
cada estocada del recuerdo .
Y entonces te olvidé.
Desapareciste del cielo que era nuestro
de las estrellas que nos sonreían
de la luna que nos miraba.
Y tu sombra se fue arrastrando
entre cada una de mis lágrimas.
Y no estás
y nada ya te reclama
Cielo e infierno juntos
guardados en una sola mirada
en un abrazo triste
y un para siempre lejano.
Ana María Indacochea Garreta
Octubre 18 2022