Pero es mejor esta soledad
soledad de antaño soledad de siempre
que pervierte tu alma y consuela tu espíritu
donde duermen los viejos cabríos elementales
sacando sus duros huesos de las bocas de los ríos
hasta ofrecérsela a los adormecidos niños fantasmales.
Es mejor entonces esta soledad cierta
donde llueve y es enero quizás, o se rompen
los espejos ensombrecidos por el humo inicuo.
Yo bebo de los ríos ya lo dije y es material
el agua de los ríos y las acequias que me nombran
todavía. Todavía-.
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