Haz Ámbar

Historia de un suicidio

Sucedió, cosa santísima, 

que yo siendo aún niño

y tan fuera de mí

reinara en el alma de todos

para que ahora, 

en un impulso sin voz, 

arrastre todas las cosas

ofrecidas en cortesía

a mi ego terrible, 

que me tiene así por la vida

dependiendo siempre

de lo que otros pudieran decir

o pensar;

para que ahora

esta frente de piedra

se imponga a mi paso

a través de los campos del éter 

sin dueño, 

y todo esto

previo al gran colapso

que se presagia en los seres

del tiempo, 

como una sucia cura

que ya al cuello te envuelves

mientras llueve en las calles

de tu mente en ruinas.