el brujo de letziaga

-- Es un amor hondo --

Por un sendero del llano,
rezando a ritmo lento el rosario,
cuánto sol claro,
se adentra en mi alma entretanto...

 

Es un amor hondo,
¡oh María!, virtuoso y discreto,
con la mano en el pecho
te hago alabanza y busco tu auxilio...

 

Y aquí me hallo sencillo,
en un ejercicio de amor, el verdadero,
tras vivir en un contrasentido,
fuera de tu sustento en otro tiempo...

 

Más no desmayando,
te imploro que me inscribas en el cielo,
a este humilde peregrino,
en ese lugar donde habita Dios dentro...