No debes llorar a mares
por la penas que te hieran
porque siempre se superan
las tristezas y pesares.
Que no se nuble tu vista
por el suplicio que llega
porque nada te doblega
si tienes fe que resista.
Mantén tu hidalguía lista
y vencerás al destino
y si acaso en tu camino
aparecen avatares,
no debes llorar a mares
por las penas que te hieran
porque siempre se superan
las tristezas y pesares.
Jamás que te ciegue el llanto
por un dolor que te acosa
la vida es maravillosa
y debes gozar su encanto.
Tu debes vestir el manto
tejido con alegría
y lleno de bizarría
usando coraza de Ares,
no debes llorar a mares
por las penas que te hieran
porque siempre se superan
las tristezas y pesares.
Lo mismo que hizo Perseo
decapitando a Medusa
con entereza profusa
decapita el centelleo
de la angustia y su aleteo.
Imita siempre al canario
y su trino milenario;
y cantando tus soñares
no debes llorar a mares
por las penas que te hieran,
porque siempre se superan
las tristezas y pesares.
La vida debe vivirse
sin temores ni amargura
admirando la hermosura
con la cual suele vestirse.
Del agobio hay que reírse
sin darle tiempo a vencerte
y con ímpetu muy fuerte
disfrutando sus manjares
no debes llorar a mares
por las penas que te hieran
porque siempre se superan
las tristezas y pesares.
Autor: Aníbal Rodríguez.