Junto al estanque de agua cristalina,
en la tarde quieta de nubes tranquilas
junto al sendero que lleva a la montaña
bajo tu incienso femenino como floración del tiempo
he pecado.
Junto a tu cuerpo tembloroso,
lleno de la claridad de los secretos
que se atesoran en tu pecho anhelante
bajo el temblor de tus ojos ansiosos
que contagian el corazón con sus latidos
he pecado
Junto al aire que exhala de tu alma
apaciguando la mía como jardín en floración
contemplado la luna por la ventana
como esfera bañada de leche
dando sonido a la flauta y
timbre al violín que pronuncia tu nombre
he pecado
Es un pecado de mármol rosado por mis manos
de rocío humectando la mañana
cuando los deseos dormidos en tu pecho
coronan el amor como el viento al jardín
como tu beso a mis sueños
o el sol acariciando tu piel
en la tarde de la entrega
donde he pecado.