Allen Andree

ISLA

Una sensibilidad 

una paz que se ríe a escondidas

que se ausenta sin plegarias

 

Podemos comenzar de nuevo nuestras vidas

convencernos del bien que hacemos

y del que creemos hacer

 

Se han juntado nuestros sueños

para reírse de su pesadilla

se han reunido entrelazados y andantes

 

Y se supone que había una fe y una paz

se supone que en la mesa había un banquete 

del que saboreamos con delicia

 

Expulsados hemos caído en las tierras del olvido

y duele el cuerpo a partir de la memoria

y duele el cansancio y la esperanza

 

Pueden las aves tocar nuestros corazones

alimentarnos para un consuelo

mirarnos con los ojos de otros paraísos

 

Puede una paz acercarse dulcemente

con mensajes que provienen de tus manos

puede la vida ser mejor si aceptamos su muerte

 

Y qué esperanza predomina

qué resistencia la de algunos corazones

para observar el cielo y preferir otros círculos

 

De pronto nos miramos

no queremos entender que decidieron no entendernos

existen reinos donde todo es absoluto 

 

Tantas cosas que escapan del bien y del mal

mis brazos están abiertos como me enseñaron las aves

tengo en mi pico el color de la paz

más allá de la esperanza

soñando depositarla en tu corazón