Una sensibilidad
una paz que se ríe a escondidas
que se ausenta sin plegarias
Podemos comenzar de nuevo nuestras vidas
convencernos del bien que hacemos
y del que creemos hacer
Se han juntado nuestros sueños
para reírse de su pesadilla
se han reunido entrelazados y andantes
Y se supone que había una fe y una paz
se supone que en la mesa había un banquete
del que saboreamos con delicia
Expulsados hemos caído en las tierras del olvido
y duele el cuerpo a partir de la memoria
y duele el cansancio y la esperanza
Pueden las aves tocar nuestros corazones
alimentarnos para un consuelo
mirarnos con los ojos de otros paraísos
Puede una paz acercarse dulcemente
con mensajes que provienen de tus manos
puede la vida ser mejor si aceptamos su muerte
Y qué esperanza predomina
qué resistencia la de algunos corazones
para observar el cielo y preferir otros círculos
De pronto nos miramos
no queremos entender que decidieron no entendernos
existen reinos donde todo es absoluto
Tantas cosas que escapan del bien y del mal
mis brazos están abiertos como me enseñaron las aves
tengo en mi pico el color de la paz
más allá de la esperanza
soñando depositarla en tu corazón