Nieve blanca, cubre mi hombro;
A pies de tu cima, es escombro;
Dentro de tu espíritu, reclama;
Las gotas y las hojas de retama…
Lava estos ojos cansados;
Con el sonido de este detalle;
Con los suelos húmedos;
Roza el viento, de este valle...
Abraza el piso del perdón;
Con recuerdos olvidados;
Con pieles secas, calladas;
Cubre los cielos de prisión...
Que aflige la última cena;
El pan que aún se rechaza
Moldea a quién, condena;
En estos delirios de coraza...
Que nacen al solo respirar;
Al solo juzgar y conquistar;
Son entonces flores y pastos;
Que se vuelven polvo de pasos…
Parecen ser abismos ocultos;
Que recorren pensamientos;
En estaciones de invierno;
Limpian hojas en el camino…
Hojas secas en montañas;
Recogen piedras escondidas;
Con el olor de perfume lejano;
Con el sonido ajeno, cercano…
Nos mantienen vivos;
Con la magia de la poesía…