Lo cierto es que,
me gustaría contarte todo lo que pasa por mi cabeza
-aunque todo parezca complicado- sé que tú lo entenderías.
Quiero pedirte disculpas porque, a veces, me pongo raro.
Pero, -y con esto no pretendo justificarme-
mi vida se traduce en un sube y baja de emociones.
Unos días puedo reír mucho, otros no tanto.
Unos días no permito que las cosas me afecten, otros días no tanto.
Ahora, dentro de esta montaña rusa que es mi vida,
también hay luces que iluminan todo a mi paso.
Hay luces que me guían al sendero del \"todo estará bien\" y tú eres una de ellas.
Eres ese foco tenue pero insistente. Con un brillo cálido que me hace sonreír.
Que me hace sentir vértigo, cuando me eleva.
Eres esa LUZ que me pone los pies sobre la tierra y que me mueve el piso cuando sonríe.
Dios, que cálida es tu sonrisa. Pero no la merezco.
Ya me lo habías dicho;
\"no quiero involucrarme\"
y de verdad sería injusto si pretendieras hacerlo.
Y egoísta yo sería si lo permitiera.
Pero cariño te prometo que,
algún día ordenarme mi casa y ya habrá espacio para nuestro desorden.
Te estaré esperando con el corazón abierto.
Tú, tomate tu tiempo que yo, no tengo afán.
-¿Por qué?- te harás esa pregunta.
-Porque sé que vales la pena- es mi respuesta.