Desperté y de nuevo estaba ella allí, sentada a mi costado, observando mi cuerpo acostado, era tarde y no había claridad, más solo el brillo de la luna se adentraba por una ventana con una cortina clara y aún así, veía su silueta.
Sentí ansias enormes de gritar, de levantarme y correr, pero mi cuerpo paralizado, asustado y algo quebrado me dejaba sin oxígeno, mis ojos puntiagudos mostraban interés en ver un poco mas su rostro, pero su cabellera oscura cubría parte de su cara.
Cada noche era lo mismo, cada noche estaba perplejo viendo como se acercaba y como si sabiendo que la observaba le gustaba, la atraía aún más, no se si mis miedos o simplemente escuchaba el sonido de mi corazón latir muy deprisa.
¿Parálisis o una pesadilla realista?
Me cuesta entender, solo se que a los minutos como una niebla espesa se pierde de mi visita, dejándome incrédulo y con preguntas, no se que podrá sér, no se si a la siguiente noche vuelva aparecer, quisiera hablarle, pero la cobardía me ata la lengua, y solo pienso en querer correr.
Desperté de nuevo y esta vez, estaba acostada arriba de mi.
Henry Ruiz
20 DE OCTUBRE 2022
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