Por lo de ahora pronto
para ensimismarse un dios
en sus cosas lógico
me raciono el sinsabor
por partes de lo tosco
y yo sé que me conozco
porque sé a donde voy
cuando me pongo hasta los topes.
En un pestañeo la locura rozo
y apuro lo que sea
que contenga el vaso
en un espasmo de fiebre
ya tan salvaje
ese ansia devorándome en secreto,
virtud infame que enseguida muestro:
mi luz, mi faro
quizá sea así pues también el vuestro.
No reparo ya
en quién está de más o de menos
en este ambiente excelso
que sepulta mi actitud
de aquellos viernes prisionero
con un beso
que reclama noches a la espera
y de mis versos pues se adueña...