Amado y eterno Jesucristo
Qué desde el vientre de mi madre
Me formaste a tú semejanza
Me dotaste de mucha templanza
Para luchar contra las vicisitudes
Divinas y eternas virtudes
Que me invitan a proseguir
Sin jamás sucumbir
Porque tú eres mi ayudador
Mi castillo y mi bastión
Donde enarboló mus victorias
Cuando mi embarcacion se quiere hundir
Por la tempestad que sopla en mi vivir
Siempre confiaré en mi señor
Porque tú siempre tienes el control
Levantó mi voz en oración
Y día a día confiando voy
En mi amado capitán
El único que dirije el viento
Y conoce a plenitud el tiempo
Cambiando en ti tus pensamientos
Hasta hacer su voluntad
Desde la fundación del mundo
Nos conoces tan bien
Padre de la gloria
Y gracias a tú bondad
Tú misericordia y equidad
Enviaste a tú precioso hijo
Al cordero divino
A morir por nosotros en un madero
Para convertirnos en nueva criatura
Al limpiar nuestra vestidura
Con su preciosa sangre
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
21/10/2.022
03:05 a.