Algún día sabre si merezco el cariño de mis hermanos
Un buen día encontraré a mi sombra retozante
Con la alegría del olvido
Un día contemplaré de nuevo el mundo
Sabré de sus dioses
Y de la plegaria que eterniza sus frutos
Un día sabré cómo comportarme
Entenderé la consolación de tu mirada
Y dibujaré los hologramas de la euforia
Un buen día me rescataré del todo
Ordenaré mi melancolía sin ignorar tu nombre
Cantando y cantando en el fulgor de tu morada