Ana Estraviz

El Hechizante Dolor de lo Sublime

Hay melodías que hacen ver

 

Que uno nunca respiró

hasta suspirar al escucharlas

 

Que jamás le mostró la vista

un color como el que del sublime canto nació

 

Que su pecho no se llenó

de aire más puro que el que la flauta entona

 

Y que no conoció la belleza

hasta que un embelesado latido, por primera vez, dolió