Requiero de ti, aquí a mi lado, porque contigo todo tiene sentido; eres lo más sabroso de un helado y eres la intensidad de lo prohibido.
Requiero que pases conmigo otra noche de sueño y de ensueño, donde nos llenemos de placer con el cuerpo y con todo nuestro ser.
Te requiero en la mañana con el mañanero a furor, que tú quieres y que yo quiero para hacernos el amor.
Requiero de ti que nos entreguemos a las fantasías, en la mañana hasta el anochecer y muchos días repetir esta osadía.
Requiero que sigas alegrando a mi mundo, que me quites el frío, con el calor de tu cuerpo encima del mío.
Requiero que con tus caricias llegues en mi cuerpo a ese lugar que tanto te gusta a cualquier momento y cumplas los deseos lujuriosos de tu pensamiento.
Requiero de ti que llegues en mí como un océano en el clímax de tu mar y sabes que así voy a querer más.
Requiero que seas como las flores que porque se secan no dejan de ser bellas, tú tienes ese perfume de sublime encanto y ternura, dejas en el aire el recuerdo de tu aroma y aún en el infinito te haré el amor como lo hacemos ahora.
Te requiero a la hora de amar, con cada penetración ponerte a volar, tus partes íntimas tocar y juntitos nos vamos acoplar.
Necesito la esencia de tu flor, donde yo puedo penetrar mi prosa, dándote mi prueba de amor en tus pechos color rosa.
Requiero de ti cuando en calor te vienes, tiras tu ropa lentamente, me colocas tu pecho en mi cara para sentir el latido de tu corazón. Te vienes, para que yo siento tu vibración.
Me dices:
Tócame...
Bésame...
Sedúceme…
Por
Millón Durango