No me dejen solo
No quiero quedarme observando
esa pared de cal blanca, tan blanca
que la puedo atravesar sin más.
Puedo sentir casi el roce negativo
de perforar esa membrana ciega
que nada tiene que ver con la calma
y se parece más al exilio.
No me dejen Solo
Que las llantas de mis pensamientos
se deslizan tan despacio por el teflón
del oscuro asfalto y me inmoviliza.
Y de ir a la dirección tranquila
viro a la dirección opuesta y me vuelvo
un rompecabezas incontable
de ideas que mutan en la nostalgia.
No me dejen solo
Solo, con mis pensamientos.
No quiero quedarme sentado
con la mirada de marmita triste
esperando que la vida suelte un estornudo
y me sacuda por toda esta habitación falsa
y vacía de aquello que por años
me curaba el dolor.
No quiero estar solo
Yo, que le rendía culto a la soledad
ahora la veo como un ave traicionera
que va a por mis ojos, y me deja cegado
y me deja gris y luego frío y luego nada.
caminando por un sendero de colores
infinitos y de pistilos serenos.
hincado recogiendo flores para mi mismo
en un jardín de Saturno ahogado por los
gases malva .
No me dejen solo
Que luego los rincones son sordos
y el aire sabe a esa tierra deshonesta
y la saliva los árboles escupen verdades
que nadie quiere escuchar
y no quiero estar solo para
sentarme a deducir el murmullo de un
ciprés.
Blas Roa