Rafael Parra Barrios

Reencuentros y gratitud

 

 

Septiembre, ubérrimo mes, horizonte infinito de querencias, escenario de razones y vehemencias, a la sazón  de la intensidad familiar, llenó el diminuto cuerpo donde habito, de fe y obras, de risas y lágrimas. Me sentí tan colmado de bendiciones por el actuar sublime y sagrado de mis semejantes, que la posibilidad de escribir en tiempo real, cesó, pues la inefabilidad de los reencuentros se incrustaron en los latidos de mi corazón, quedando todo plasmado en mis entrañas.
Publiqué un par de temas, 
pero no pude más, hasta que hoy, desperté y toqué la realidad, pasando de un edén a otro, que empezaba 
a extrañar