No me acostumbraré
a estar sin la fragancia de tu piel,
esparcida por mi habitación.
Te fuiste sin poderte retener,
tendré que acostumbrarme
a dormir con una sombra,
tendré que aceptar
que sola yo estaré.
Y que de esa boca tuya,
tan querida, tan amada,
boca que antes me besara,
ni un sólo vocablo saldrá
para nombrarme,
tendré que acostumbrarme
a vivir sin tu presencia,
a escuchar...
las horas tormentosas,
que avanzan sigilosas...
con voces en su tic tac
que dicen... no lo esperes...
Él nunca vendrá.
Ese maldito tic tac
me ensordece...
mis sentidos embrutece
y hace que maldiga la hora
en la cual te conocí.
Es que yo me vuelvo loca por ti,
vivir sin ti... no es nada fácil.
¡Por qué me acostumbraste
a vivir esperando
el tiempo... para marte!
ahora el tiempo es mi verdugo,
yo me muero contando las horas
para poderte ver de nuevo,
pero el maldito tic tac
me anuncia que no estás...
que ya nunca volverás.
Felina