A vencer avatares me han condenado
siendo más enhiesto cuando ya vencido,
con los puños cerrados he enfrentado
y con una sonrisa me he erguido.
A caer y levantar me han enseñado
los duros reveses que me han herido
cuando los fracasos me han señalado
que no serán, no son, ni han sido.
Que las lágrimas solo están, he resuelto
para amasar el polvo del desierto
pócima infaltable para la senda
para agilitar el paso en la contienda;
seguiré en la lid, nada me arredra
como la gota frágil que horada la piedra.
Bolívar Delgado Arce