Hay un reloj que te marca
de qué color son los días,
aunque ignoras de su cuerda
ni cómo , ni quién lo anima.
De repente, te levantas
y ves con afán el día,
y te miras al espejo
por si algún cambio se atisba.
Si no observas nada extraño,
suspiras brazos arriba
y sientes una corriente
que hoy en tu cuerpo anida,
es una nueva ocasión,
es un gozo,
es la vida…