El sol pintaba el ocaso,
entre nubes de agonía,
cesando su algarabía,
con la noche en su regazo.
Así recuerdo tu abrazo,
con bravura de un enjambre,
voraz cual fiera con hambre,
contra este simple aprendiz,
tus garras tatuaron mis,
huellas en tu piel de alambre.
Maikel Mendoza
@maikelbandola