La Horqueta
En el calendario de mis viejos días,
conté una a una las noches sin sueños,
las mañanas grises de frío invierno.
Sin una mirada,
sin abrazos sinceros,
con el profundo deseo de salir corriendo.
El giro en la horqueta se dió en cuatro tiempos,
compás de compases de un sonar certero.
En el ancho sendero de cada destino,
son las propias huellas que hacen camino.
Mis días soleados de este nuevo siglo,
son los que ilumino con tesón y ahínco,
le pongo mis sueños llenos de esperanza,
les meto sonrisa, los lleno de calma.
Justo en esa esquina
donde viró mi marcha
fue el lugar preciso
donde mis ojos vieron tu alma.
A.B.A. 2017 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires Argentina