Quien estuvo al lado en nuestra desesperanza?
Quien nos cobijó en las noches eternas?
Quien pone el pecho, a reposar nuestra carga?
Quien nos consuela cuando nos acoge una pena?
Quien seca de nuestros ojos, aquellas lagrimas?
Quien perdona todas nuestras graves ofensas?
Eras y serás siempre tu, nuestra Mama inmensa
Gracias por tanto amor y tú continúa entrega
Incondicional, sin prisa, sin pausa y serena…
Tú que en silencio sufriste injusticias y ofensas
Ante los obstáculos y el dolor, más fuertes eras
Con tu ejemplo y mansedumbre infinita te elevas
Nos inculcabas con sabiduría la verdadera esencia…
Tu bello jardín y hermosas flores a ti nos recuerdan
Extrañamos tu alegría, tu fuerza y gran nobleza
Estas en Gracias de Dios, en su divina presencia.