Carlos Ojeda

Soledad…. Cómo te odio.

Capítulo tercero.

 

Soledad….como te odio!

 

Corazón entrometido

siempre me haces perder

la realidad.

No ves que la razón

todavía está presente,

dejándome escoger

mis batallas.

Este búnker,

donde mis inquietudes

se contienen,

me representa un refugio,

tengo….mucho más que otros.

A mi sombra

….le sobra espacio,

mi indice

ya no puede señalar a nadie.

Me escondo del pasado,

ahora ya no espero

adentrarme en un futuro,

que no es más que

un día a la vez.

Mi caminar, se ha vuelto lento,

mi sombra….ya pronto

me alcanzará.

Cuantos que hemos llegado somos conscientes

que muchos

se han quedado atrás….rezagados.

Solo son parte del equipaje….pero están ahí!

junto a todas esas vivencias

que atesoramos.

Son parte

de nuestros recuerdos.

Son la historia

de una vida larga,

llena de amor, alegría, dolor y sufrimiento.

Un camino andado,

senderos sin rumbo

donde transitar

era un reto,

sin poder retroceder

donde….no se quería llegar.

Los días, se convierten

muy rápido en noches

siempre con ansias de vivir

el amanecer,

el nuevo día me sorprende.

Como será….después,

cuando mi búnker

sea solo un catre, una cama

y mi mente como refugio

haya abierto sus ventanas

y no pueda presentar defensas para ser selectivo.

Dios mío!….como será.

Cuando el color

de las paredes

sea lo más importante,

cuando la visita que se espera

se tarda en llegar

cuando añoremos

una palabra

llena de bondad

que no se escucha

y cuando finalmente

el día acabó

la visita no llegó

….ya mañana

habrá tiempo

para esperar.

Dios mío!….como será.

Vida….si te debo algo, apresúrate,

me lo cobras,

pues, para luego….será tarde.

                Amigos míos.

D.R.A.

Carlos H Ojeda Behr.